Lover at last
La Hermandad de la daga negra
NAL
Marzo 2013
Qhuinn,
hijo de nadie, fue repudiado por su familia, golpeado y dado por
muerto, alienado de la misma como si nunca hubiera existido. La
aristocracia vampira lo rechazó desde muy temprana edad a causa de
un defecto de nacimiento que lo hace un ser imperfecto. Pero en las
filas de la Hermandad es uno más. Junto a ellos se ha mostrado como
uno de los guerreros más despiadados en la lucha contra los
Restrictores. Y poco a poco parece haber reconducido su vida y
destino. Más ahora que va a formar una familia junto a la Elegida
Layla.
Pero
en realidad, aún hay un vacío en su corazón desde que comprendió
que había perdido el amor de Blay...
Blay
ha estado enamorado de Qhuinn desde años atrás. Primero fue un amor
secreto, callado, hasta que reunió el valor para abrir su corazón
ante él. Cuando supo que su amor no era correspondido, poco a poco,
fue distanciándose de él e incluso inició una relación con
Saxton. Pese a que pareciera ser un capítulo cerrado de su vida,
saber que va a formar una familia con Layla es duro para él.
Sin
embargo el destino para reconducir el camino de ambos vampiros y
acercarles nuevamente, mientras nuevas amenazas y peligrosos enemigos
se ciernen sobre la Hermandad y Wrath, el rey vampiro.
Creo
que las lectoras de la Hermandad de la daga llevábamos bastante
tiempo esperando leer la historia de Blay y Qhuinn. Desde que
hicieron su aparición en la saga, primero como aquellos jóvenes que
aún no habían pasado la transición, más tarde como los amigos
leales de John Matthews reclutados por la Hermandad, poco a poco han
ganado peso y protagonismo. Más aún cuando entre ellos se
presagiaba una historia de amor. Cuando Blay confesó estar enamorado
de Qhuinn, su mejor y más leal amigo, éste no parecía compartir
sus sentimientos. Sin embargo, libro tras libro, parece que no todo
era tal como se presuponía y los sentimientos de Qhuinn han ido
cambiando o, tal vez, mostrándose a pesar de su negativa a darles
voz. Pero también los de Blay.
Así
que, ¿qué nos encontramos en las páginas de este libro?
Lover
at last es una de esas novelas de la saga donde si esperas encontrar
una trama principal sobre la que gira todo el libro vas a llevarte
una decepción. Por el contrario, es una de las cuentan varias
historias paralelas que gozan más o menos de idéntico protagonismo,
pese a que, evidentemente, la de Blay y Qhuinn sea la más
importante. Es cierto que es la principal, pero, sinceramente, creo
que el resto de historias le roban, en mi humilde opinión, demasiado
protagonismo.
Hasta
cuatro más subtramas se entrelazan a la historia de Blay y Qhuinn.
El resultado es, en mi opinión, una novela que actúa como
presentación a nuevos personajes e historias donde la de Blay y
Qhuinn no es más que otra historia entre ellas, lejos de lo que
muchas esperábamos: una novela donde fuesen los protagonistas
indiscutibles.
No
por ello la considero una mala novela, pero no pasará a ser una de
mis preferidas de la saga.
La
razón es que la confluencia de varias historias, no sólo resta
protagonismo a Blay y Qhuinn en algunos tramos de la lectura, sino
que convierte la novela en un libro donde la historia de amor no es
lo principal. Es cierto que, con el paso del tiempo, novela tras
novela, la saga ya no se centra únicamente en una historia de amor
en medio de una guerra civil entre vampiros, restrictores e intentos
de destronar al rey. Pero al tratarse de la historia largamente
esperada de Blay y Qhuinn, no puedo sino reconocer que me ha
decepcionado un poco porque esperaba por encima de todo su historia
de amor.
Pese
a ello, repito, no me parece una mala novela. Tal vez una de
transición hacia los libros venideros protagonizados por la Banda de
bastardos.
¿Pero
qué historias nos cuenta Lover at last?
La
de Blay y Qhuinn, cuyas vidas se han distanciado desde que el primero
le confesara sus sentimientos al segundo. Cada uno ha construido más
o menos su camino: Blay iniciando una relación estable con Saxton,
abogado del rey y primo de sangre de Qhuinn; Qhuinn se convirtió en
el protector de John Matthews y abandonó su vida nocturna en los
clubs y sexo indiscriminado. Incluso va a formar una familia con
Layla.
Sin
embargo la de Blay y Qhuinn no es una historia acabada, pues, en
realidad, ni siquiera comenzó nunca. Ahora, de repente, cambian los
papeles y Qhuinn es quien se acerca, busca y trata de seducir a Blay,
mientras él se muestra frío y distante. Bueno... hasta cierto
punto.
En
mi opinión es una historia un poco juvenil, si obviamos las escenas
de sexo. Creo que a diferencia de las otras historias de los
guerreros, se nota la edad de Blay y Qhuinn que hace que la de ellos
sea una relación más inmadura, más insegura. Después de todo
tampoco hay que olvidar que no hace mucho que han pasado la
transición, así que en comparación con los centenarios vampiros
son extremadamente jóvenes. Casi unos adolescentes. En cuanto en la
parte sexual de su historia es intensa y muy sensual. Tal vez no tan
explícita o tan gráfica como otras, pero no escatima en escenas ni
descripciones y me ha parecido bonita y romántica.
Por
otro lado, y mientras sigue en sus planes de derrocar a Wrath del
trono, junto a la banda de bastardos, tenemos un atisbo de la
historia de Xcor y Layla. Xcor no puede olvidar a Layla, así como
ella no lo olvida a él. Pero ambos saben que luchan en bandos
opuestos en la guerra civil entre vampiros y todo parece imposible...
al menos de momento.
También
tenemos la historia de Assail y Sola. Assail es un aristócrata
vampiro, narcotraficante y un tanto oscuro y misterioso. Por su
posición entre los nobles es codiciado por ambos bandos: el de la
Hermandad y los que tratan de derrocar a Wrath de su trono. La
aparición de Sola, una humana que trabaja como detective privado,
presagia una historia entre ellos. Pero como en el caso de la banda
de los bastardos, en su mayoría de intervenciones en la novela,
están asociadas al tráfico de drogas, a la guerra civil o la lucha
con los restrictores.
Además
tienen un papel más o menos destacado las Sombras: Trez e iAm cuya
asociación con el Reverendo y la Hermandad los sitúan en el bando
de Wrath, pero también ellos tienen una historia personal y
sentimental, especialmente Trez del que descubrimos algo importante.
Así
que, en definitiva, y como he tratado de esbozar, Lover at last es
una novela donde la historia de amor no es el eje del libro. Ni Blay
y Qhuinn el pilar de la historia. Sí, es parte de la novela y en
ella, Blay y Qhuinn son los protagonistas. Pero las historias
secundarias que menciono llenan muchas páginas de la lectura.
Pese
a todo ello, insisto que no me parece mala novela. Para mí es de las
más flojas, pues, particularmente, noto un poco en falta el carácter
de las primeras novelas, donde había una historia de amor con más
peso y protagonismo donde el resto de vampiros eran una parte
importante y las luchas y asociaciones clandestinas no llenaban
tantas páginas.
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