jueves, 12 de abril de 2012

In the Dark - Marliss Melton















In the Dark (Black Ops-2)
Forever
2005


Hannah Geary , una agente de la DIA, es una mujer fuerte y decidida, que quiere vengarse del Comandante de los Seals que ha traicionado a sus hombres , a ella y además ha asesinado a su compañero de la agencia; cuando encuentra las pruebas que necesita para acusarlo y de paso liberar a Gabe “Jaguar” ( el protagonista de la anterior novela, Forget me Not) acusado de traficar con armas, delito cometido por su propio jefe, acaba prisionera en una prisión cubana.
Luther Lindstrom, es un Navy Seal del equipo de Jaguar que está haciendo todo lo posible para ayudar a su compañero, y eso incluye entrar en Cuba y liberar a la agente que tiene las pruebas que incriminan al Comandante traidor.


Luther acaba de romper el compromiso con su prometida después de averiguar que le estaba siendo infiel y en estos momentos no tiene ninguna fe en las mujeres; pero eso es antes de conocer a Hannah, la cual le hace soñar de nuevo con una familia, una casita con valla blanca y una relación larga y feliz.

Hannah perdió a sus padres, ambos agentes de la CIA en un supuesto accidente de aviación y desde entonces todos sus sueños pasan por seguir sus pasos, recorrer el mundo como agente encubierta y vivir aventuras que hagan de éste un mundo mejor; pero eso es antes de conocer a Luther, el cual le hace replantearse si esos sueños son lo que verdaderamente quiere, o si solamente está tratando de vivir la vida que les fue arrebatada a sus padres.

Aunque el suspense no es para comerse las uñas porque es bastante predecible quién es el malo de la película, es lo suficientemente bueno para que no puedas dejar de leerla; la relación entre ellos es muy bonita, ambos luchando contra unas ideas preconcebidas sobre lo que quieren en la vida y sobre si el amor que se tienen será suficiente para cambiarlas.

Hay más tensión sexual que escenas tórridas, lo que me gusta bastante, porque sinceramente algunas autoras basan toda la trama en el número de veces que se van a la cama ( o a cualquier otra pieza del mobiliario...)

Y finalmente, la aparición de personajes de Forget me Not, como Sebastian y Leila, cuya historia de amor se resuelve por fin en esta novela y también nos deja entrever cuál va a ser el protagonista de la siguiente Time to Run: Westy McCaffrey, un personaje que promete.

Esta serie me recuerda un poco a los Seals de Suzanne Brockmann, son del mismo estilo aunque las de Brockmann me parecen más elaboradas; aún así yo os la recomendaría si queréis pasar un rato entretenido sin romperos la cabeza.

lunes, 2 de abril de 2012

Rainshadow road - Lisa Kleypas


















Rainshadow road (2º Friday Harbor)
Lisa Kleypas
St. Martin's Griffin
February 2012


Lucy Marinn es una joven artista del vidrio que se traslada a Friday Harbor por amor. Pero la relación con su prometido no era tan sólida como creía. Después de dos años viviendo juntos, un día Kevin da por terminada la relación. En un principio son varias las razones que esgrime, principalmente la personalidad de Lucy, pero, a la fin, se trata de otra mujer. Una mujer que no es otra que Alice, la hermana de Lucy.

Aturdida y con la autoestima por los suelos, Lucy desea abandonar Friday Harbor cuanto antes. Si ya le resulta de por sí doloroso que Kevin la deje por su propia hermana, el tener que verlos y encontrarlos en cualquier parte ya sería demasiado. Pero sus amigas Justine y Zoë la convencen para que se vaya a vivir a la posada que ellas regentan durante unos días, antes de tomar una decisión. Lo cierto es que las primas aprecian sinceramente a Lucy y quieren que se quede. Es durante esos días cuando conoce a Sam, el mediano de los hermanos Nolan.

A pesar de tener conocidos en común, como Justine, Zoe o el mismo Kevin, los caminos de Sam y Lucy no se habían cruzado antes.
Lucy, que duda de sí misma y se replantea su culpa en la ruptura con sólo con Kevin, sino con anteriores parejas, no desea comenzar una relación con nadie. En su futuro más inmediato no hay lugar para ningún hombre. Sam, un soltero convencido que huye despavorido de las relaciones largas, no puede hacer nada para evitar la atracción que despierta en él Lucy. Viéndola herida y vulnerable, siente la inexplicable necesidad de protegerla cuando tiene oportunidad, aunque él tampoco desea nada más que una relación temporal y sin ataduras.

Pero primero la intromisión de Kevin, que le pide a Sam que salga con Lucy para ayudarla a superar la ruptura -y de paso ayudar a que sus suegros dejen de detestarlo si Lucy rehace su vida- y más tarde un accidente, acercan a Lucy y a Sam de nuevo.

Rainshadow road nos lleva de regreso a la pintoresca y acogedora Friday Harbor para, en esta ocasión, narrarnos la historia de Sam Nolan.
Ya en la novela anterior supimos que Sam es el hermano que vive dedicado a sacar adelante sus viñedos. Sueña con que algún día los viñedos de Sam Nolan produzcan su propio vino. Desde que comenzó el negocio y se trasladó a la vieja y destartalada mansión victoriana que hay junto a las tierras, no ha tenido tiempo para las mujeres. La llegada de Holly y de Mark -que siguen viviendo con él- tampoco ha propiciado que tenga tiempo ni oportunidad de salir mucho, menos con mujeres. Sin embargo, desde que ve a Lucy por primera vez siente algo especial por ella. Y cuando sin saber muy bien cómo, ella acaba viviendo durante unos días en su casa mientras se recupera del accidente sufrido, la intimidad entre ellos se hace mayor; lo que hace más difícil luchar contra sus sentimientos.

Me gustó mucho Una noche mágica, debo empezar diciendo eso, y Rainshadow road me ha gustado también muchísimo. La sensación que me ha quedado al terminar la novela es dulce, cálida y... mágica.
También rodeada, en cierto modo, por un aura a cuento de hadas, en mi opinión es una historia inolvidable, romántica y entrañable en la que la familia, la fe y la capacidad de recuperación de una persona son puntales básicos de esta novela.
Además de contar lo que es, desde mi punto de vista, una historia de amor muy bonita, nos adentra en el corazón de Sam y de Lucy para ser testigos de cómo sanan y crecen emocionalmente. Aunque sus heridas no implican temas tan crudos como en la saga de los Travis, donde se abordan temáticas más duras, también está presente esa evolución que sufren los protagonistas a causa de vivencias del pasado. Y es algo que a mí, particularmente, me ha atrapado desde la primera página y embelesado de Lisa Kleypas como escritora de romántica contemporánea.

La dura vida de los hermanos Nolan ya nos fue explicada en Una noche mágica. Son hijos de padres alcohólicos y nunca han sentido que pertenecían a una familia. Hasta que llegó Holly y, poco después, Maggie.
Además vamos viendo cómo es la vida de Mark, Maggie y Holly tras el fin de la novela anterior. Algo que a mí me encanta, pues me gusta que protagonistas de novelas anteriores no desparezcan.
Pero aún viendo cómo Mark ha logrado superar su miedo al compromiso, Sam no cree que él sea capaz.

La vida de Lucy no es bastante desconocida evidentemente. Sin embargo los primeros capítulos de la novela nos narran su infancia, que estuvo marcada por la enfermedad que Alice sufrió de niña. Después de eso Alice se convirtió siempre en la débil, la hija a proteger y los celos y la inseguridad marcaron la relación de las hermanas. En el presente la de ellas sigue siendo una relación difícil, más aún cuando Alice le roba el novio a Lucy. Por supuesto.

Con todo este bagaje, en una vieja casa que los hermanos Nolan van remodelando, con una sobrina de siete años que les ha robado el corazón y quieran o no les ha cambiado la vida, con un hermano a punto de casarse, con otro recién divorciado y con graves problemas, incluso con la presencia del peculiar perro Renfield -sin olvidar a un exnovio entrometido y una hermana que siempre parece quitarle todo- y a toda una comunidad donde todos se conocen, nace la historia de Sam y Lucy.
Lo cierto es que la historia me ha parecido sencilla, envuelta en la cotidianidad del día a día, pero creo que es muy dulce y romántica. Diría también que es entrañable. Y de nuevo la magia está muy presente, claro que en esta ocasión no de un modo tan metafórico como en Una noche mágica.
No quiero entrar en demasiados detalles, pues ni son relevantes ni es menester desvelar más información de la necesaria, pero sí es cierto que es algo que me ha sorprendido. No sospechaba nada similar, en realidad esperaba una historia con personajes comunes y corrientes. Pero pese a todo, tengo que confesar que no es algo que me haya fastidiado la lectura. Creo que no es algo relevante, sino algo que puede pasar como una mera anécdota y no deja introducir una pizca de magia y fe en los personajes.

Mi opinión es que aun manteniendo el espíritu y el estilo sencillo, cotidiano y soñador de Una noche mágica, estamos ante una historia un poco más desarrollada. En el sentido que es más extensa. De hecho tengo la sensación -no sé si es imaginación mía o no- que ya se vislumbra algo de la historia de Alex, el menor de los hermanos Nolan, siempre envuelto en un halo de hastío, soledad y pesimismo que acongoja. Personaje por el que desde la primera novela siento una debilidad especial.

Poco más puedo añadir sin caer en el riesgo de contar puntos importantes de Rainshadow road. Es una novela que a mi parecer destila dulzura, sensibilidad y romanticismo. Una historia de amor entrañable, inolvidable. Sencilla, sí, pero de ésas que calan muy fácilmente porque sus personajes son tan humanos y reales que traspasan el papel. Humana porque cuenta vivencias reales, aunque Lisa Kleypas las envuelve de magia y fe.

Antes de acabar, como siempre que comento una novela de Lisa Kleypas, me siento obligada a añadir que a mí siempre me gustan sus novelas. Todas me han gustado. Claro, unas más que otras. Soy incondicional. Pero, ciertamente, esta nueva saga contemporánea me está encantando. Es más dulce que la de los Travis, tal vez por ese halo como de cuento que la rodea, tal vez porque destila magia en un sentido un tanto irreal. A mí me tiene totalmente enganchada. Es una historia con la que es fácil evadirse leyendo y que he terminado con una sonrisa en los labios.