viernes, 7 de junio de 2013

Lover at last - J.R. Ward




Lover at last
La Hermandad de la daga negra
NAL
Marzo 2013


Qhuinn, hijo de nadie, fue repudiado por su familia, golpeado y dado por muerto, alienado de la misma como si nunca hubiera existido. La aristocracia vampira lo rechazó desde muy temprana edad a causa de un defecto de nacimiento que lo hace un ser imperfecto. Pero en las filas de la Hermandad es uno más. Junto a ellos se ha mostrado como uno de los guerreros más despiadados en la lucha contra los Restrictores. Y poco a poco parece haber reconducido su vida y destino. Más ahora que va a formar una familia junto a la Elegida Layla.
Pero en realidad, aún hay un vacío en su corazón desde que comprendió que había perdido el amor de Blay...

Blay ha estado enamorado de Qhuinn desde años atrás. Primero fue un amor secreto, callado, hasta que reunió el valor para abrir su corazón ante él. Cuando supo que su amor no era correspondido, poco a poco, fue distanciándose de él e incluso inició una relación con Saxton. Pese a que pareciera ser un capítulo cerrado de su vida, saber que va a formar una familia con Layla es duro para él.

Sin embargo el destino para reconducir el camino de ambos vampiros y acercarles nuevamente, mientras nuevas amenazas y peligrosos enemigos se ciernen sobre la Hermandad y Wrath, el rey vampiro.

Creo que las lectoras de la Hermandad de la daga llevábamos bastante tiempo esperando leer la historia de Blay y Qhuinn. Desde que hicieron su aparición en la saga, primero como aquellos jóvenes que aún no habían pasado la transición, más tarde como los amigos leales de John Matthews reclutados por la Hermandad, poco a poco han ganado peso y protagonismo. Más aún cuando entre ellos se presagiaba una historia de amor. Cuando Blay confesó estar enamorado de Qhuinn, su mejor y más leal amigo, éste no parecía compartir sus sentimientos. Sin embargo, libro tras libro, parece que no todo era tal como se presuponía y los sentimientos de Qhuinn han ido cambiando o, tal vez, mostrándose a pesar de su negativa a darles voz. Pero también los de Blay.

Así que, ¿qué nos encontramos en las páginas de este libro?

Lover at last es una de esas novelas de la saga donde si esperas encontrar una trama principal sobre la que gira todo el libro vas a llevarte una decepción. Por el contrario, es una de las cuentan varias historias paralelas que gozan más o menos de idéntico protagonismo, pese a que, evidentemente, la de Blay y Qhuinn sea la más importante. Es cierto que es la principal, pero, sinceramente, creo que el resto de historias le roban, en mi humilde opinión, demasiado protagonismo.
Hasta cuatro más subtramas se entrelazan a la historia de Blay y Qhuinn. El resultado es, en mi opinión, una novela que actúa como presentación a nuevos personajes e historias donde la de Blay y Qhuinn no es más que otra historia entre ellas, lejos de lo que muchas esperábamos: una novela donde fuesen los protagonistas indiscutibles.

No por ello la considero una mala novela, pero no pasará a ser una de mis preferidas de la saga.
La razón es que la confluencia de varias historias, no sólo resta protagonismo a Blay y Qhuinn en algunos tramos de la lectura, sino que convierte la novela en un libro donde la historia de amor no es lo principal. Es cierto que, con el paso del tiempo, novela tras novela, la saga ya no se centra únicamente en una historia de amor en medio de una guerra civil entre vampiros, restrictores e intentos de destronar al rey. Pero al tratarse de la historia largamente esperada de Blay y Qhuinn, no puedo sino reconocer que me ha decepcionado un poco porque esperaba por encima de todo su historia de amor.

Pese a ello, repito, no me parece una mala novela. Tal vez una de transición hacia los libros venideros protagonizados por la Banda de bastardos.

¿Pero qué historias nos cuenta Lover at last?

La de Blay y Qhuinn, cuyas vidas se han distanciado desde que el primero le confesara sus sentimientos al segundo. Cada uno ha construido más o menos su camino: Blay iniciando una relación estable con Saxton, abogado del rey y primo de sangre de Qhuinn; Qhuinn se convirtió en el protector de John Matthews y abandonó su vida nocturna en los clubs y sexo indiscriminado. Incluso va a formar una familia con Layla.
Sin embargo la de Blay y Qhuinn no es una historia acabada, pues, en realidad, ni siquiera comenzó nunca. Ahora, de repente, cambian los papeles y Qhuinn es quien se acerca, busca y trata de seducir a Blay, mientras él se muestra frío y distante. Bueno... hasta cierto punto.

En mi opinión es una historia un poco juvenil, si obviamos las escenas de sexo. Creo que a diferencia de las otras historias de los guerreros, se nota la edad de Blay y Qhuinn que hace que la de ellos sea una relación más inmadura, más insegura. Después de todo tampoco hay que olvidar que no hace mucho que han pasado la transición, así que en comparación con los centenarios vampiros son extremadamente jóvenes. Casi unos adolescentes. En cuanto en la parte sexual de su historia es intensa y muy sensual. Tal vez no tan explícita o tan gráfica como otras, pero no escatima en escenas ni descripciones y me ha parecido bonita y romántica.

Por otro lado, y mientras sigue en sus planes de derrocar a Wrath del trono, junto a la banda de bastardos, tenemos un atisbo de la historia de Xcor y Layla. Xcor no puede olvidar a Layla, así como ella no lo olvida a él. Pero ambos saben que luchan en bandos opuestos en la guerra civil entre vampiros y todo parece imposible... al menos de momento.

También tenemos la historia de Assail y Sola. Assail es un aristócrata vampiro, narcotraficante y un tanto oscuro y misterioso. Por su posición entre los nobles es codiciado por ambos bandos: el de la Hermandad y los que tratan de derrocar a Wrath de su trono. La aparición de Sola, una humana que trabaja como detective privado, presagia una historia entre ellos. Pero como en el caso de la banda de los bastardos, en su mayoría de intervenciones en la novela, están asociadas al tráfico de drogas, a la guerra civil o la lucha con los restrictores.

Además tienen un papel más o menos destacado las Sombras: Trez e iAm cuya asociación con el Reverendo y la Hermandad los sitúan en el bando de Wrath, pero también ellos tienen una historia personal y sentimental, especialmente Trez del que descubrimos algo importante.

Así que, en definitiva, y como he tratado de esbozar, Lover at last es una novela donde la historia de amor no es el eje del libro. Ni Blay y Qhuinn el pilar de la historia. Sí, es parte de la novela y en ella, Blay y Qhuinn son los protagonistas. Pero las historias secundarias que menciono llenan muchas páginas de la lectura.


Pese a todo ello, insisto que no me parece mala novela. Para mí es de las más flojas, pues, particularmente, noto un poco en falta el carácter de las primeras novelas, donde había una historia de amor con más peso y protagonismo donde el resto de vampiros eran una parte importante y las luchas y asociaciones clandestinas no llenaban tantas páginas.

domingo, 2 de junio de 2013

Saint or sinner - Cheryl St. John



Saint or sinner
Harlequin 
1995/2013


Joshua McBride ha mirado de frente a la muerte. Al menos es la sensación que tiene cuando “casi” muere en el frente de batalla. Tras un año recuperándose en un hospital militar, una vez finalizada la guerra, regresa a su hogar en Van Caster, Indiana.
Lo hace como un hombre nuevo, cambiado.

Durante años ha llevado una vida sin ataduras ni responsabilidades. Pero ahora quiere echar raíces, formar parte de la comunidad donde nació. Sabe que no lo tendrá fácil. El pasado es difícil de olvidar y todo aquél que lo mira lo recuerda participando en las carreras de caballos, como un mujeriego pendenciero o bebiendo en el salón.

La primera persona que se encuentra en su regreso es una joven de dorados cabellos que afanosamente hace su colada. Su nombre es Adelaide Stapleton y lleva viviendo en Van Caster desde el comienzo de la guerra. Pese a que no se conocían de antes, su fama le precede y la remilgada señorita Stapleton no le disponsa una cordial bienvenida.

Así que cuando Chessy, su hermana, con la que también trata de enmendar errores pasados, le informa que Addie Stapleton es la líder de la sociedad Dorcas, Joshua entiende que si logra ganarse a Addie, si demuestra cuánto ha cambiado, el resto de mujeres y todo el pueblo también lo hará.

Pero Addie es de la convicción que la gente nunca es lo que parece. Y pese a todas las buenas intenciones de enmienda y redención de Joshua McBride, no confía él. Pero también ella guarda sus propios secretos y un pasado que trata de ocultar. La atracción que siente por Joshua McBride pone a prueba sus principios y, sin pretenderlo, el apuesto seductor puede desvelar ese secreto que tan celosamente guarda.

Hay novelas que por su sencillez y dulzura te conquistan. Porque a veces no necesitas complejas historias de amor y odio para cerrar el libro con una sonrisa. A veces la sencillez basta.
Como para mí ha sido el caso de esta novela.
La historia transcurre tras el fin de la guerra de secesión, donde nuestro protagonista, Joshua McBride, fue gravemente herido. Tras casi morir y sabiendo que está ante una segunda oportunidad, está decidido a cambiar de vida y enmendar errores pasados.

De modo que el protagonista que conocemos es un hombre que busca la redención. Primero se reencuentra con su hermana Chessy y su cuñado Danny, amargado pues perdió un brazo durante la guerra, a los que trata de ayudar. Luego conoce a un muchacho llamado Yancey, un joven especial que vive en un cobertizo, olvidado por el pueblo, a quien ofrece casa y trabajar para él.
Y por otro lado, conoce a Adelaide Stapleton...

Lo que comienza como un intento de ganarse la aprobación de la señorita Stapleton y toda la sociedad de mujeres, acaba derivando en casi un cortejo en toda regla. Pues Joshua ha decidido que ha llegado la hora de sentar cabeza, de casarse y formar su familia. Y Addie, tan melindrosa, le atrae como ninguna otra mujer. Joshua sabe que Addie oculta algo y está dispuesto a ganarse su confianza para que le abra su corazón.

Saint o sinner es, como digo, una novela muy sencilla, donde nos narra el día a día en este pequeño pueblo de Indiana tras el fin de la guerra. Es una comunidad conservadora y anticuada que no acepta muy bien el regreso del pendenciero Joshua McBride, pero ante el que poco a poco van cayendo como moscas en la miel.
No obstante, la más dura de roer es Adelaide Stapleton, que durante años ha llevado una vida sencilla y protegida y que, por desgracia, ve amenazada primero por Joshua, luego por el hombre del que se esconde y que aparece en Van Caster...

Con una trama sencilla, ambientada en un enclave rural y humilde, que renace tras la guerra de secesión, somos testigos, también, del renacer de Joshua McBride. Y mientras trata de redimirse a ojos de la comunidad y de su hermana, trata de enamorar a la esquiva y difícil señorita Addie Stapleton.

Sinceramente a veces he tenido la sensación de estar ante un historia un poco surrealista por detalles que, claro está, no desvelaré, pero leerla me ha hecho reír, me ha emocionado y también encogido el corazón a ratos. Porque, pese a ese halo de ternura que la envuelve, refleja situaciones y realidades más amargas: las secuelas físicas y psíquicas de la guerra, la vida de personas como Yancey cuyas limitaciones le han mantenido ignorado entre sus vecinos, y el peso de los secretos y los miedos.
Pero ante todo es una novela muy dulce, tal vez como digo surrealista en algunos puntos, pero a mí me hecho pasar un rato muy agradable.
Es de esos libros que abres sin muchas pretensiones, pero lo cierras con una sonrisa de felicidad.
¡Qué novela más bonita!