lunes, 19 de agosto de 2013

Taking the heat - Brenda Novak

















Taking the heat
Harlequin
2003


Gabrielle Hadley acepta el puesto de guardia en una prisión de Florence, en Arizona, empujada por la necesidad. En esa región del árido desierto se agrupan varias prisiones. La dificultad para encontrar trabajadores facilita que Gabrielle, que recién finalizada su formación, consiga el empleo. Gracias a ese trabajo Gabrielle sabe que podrá mantenerse sin la ayuda de David, su ex-marido.

Lo cierto es que Gabrielle no huye de David, a quien conoce desde hace diez años. David es un buen padre, su confidente y el más bondadoso de los hombres, pero se ha percatado que lo quiere como a un amigo, no como a un hombre. Por ello ha tomado la determinación de divorciarse; por ello ha abandonado su hogar en Phoenix y trasladado a la región del desierto.

Pero también existe otra razón por la que se ha instalado allí.
Gabrielle fue abandonada por su madre cuando contaba con tres años y, tras una larga búsqueda, ha dado con ella. Naomi, la mujer que la dio a luz y la abandonó, vive en Florence y Gabrielle desea reencontrarse con ella y pedirle una explicación.

El trabajo en la prisión no resulta sencillo.
La mayoría de los presidiarios son peligrosos y violentos. Apenas lleva unos días ocupando su puesto cuando se desata una pelea entre un grupo de presos. Varios miembros de una banda tratan de dar una paliza a un hombre y los guardias no intervienen; pero Gabrielle sí. Con ello se gana la animadversión de sus compañeros, especialmente del Sargento Hansen.

El preso agredido es Randall Tucker. Lleva seis meses en esa prisión, dos años desde que fue detenido y acusado de asesinar a su esposa.
Es el blanco de algunos de los presos, sabe que su vida cobre peligro pero está determinado a sobrevivir. Debe demostrar su inocencia para recuperar a su hijo.

La intervención de Gabrielle complica más la situación, pues tras denunciar la negligencia de sus compañeros y atender las heridas del preso, el alcaide decide que se haga un traslado penitenciario del preso Randall Tucker. El destino es una prisión más peligrosa.
En el trayecto, escoltado por Gabrielle y otro guardia, sufren un accidente y Randall aprovecha para huir.
Gabrielle lo sigue y se adentra en el desierto. Tras una persecución, Gabrielle y Randall se encuentran; ella está decidida a hacerlo regresar, él dispuesto a todo por huir. Pero cuando se desata una tormenta en el desierto, deben aunar esfuerzos para sobrevivir bajo la tormenta y el sol implacable.

Desde que empecé a leer las novelas de Brenda Novak me cautivó su manera de escribir, los personajes que crea y cómo construye las tramas. Así que, si bien no es una autora que me resulte desconocida, lo cierto es que me ha sorprendido con esta novela.
La razón es que, habituada a leer historias suyas más amargas, más oscuras, y a pesar de que Taking the heat presagiaba ser una novela de esas que te encogen el corazón, me ha atrapado desde la primera página y he encontrado en ella una lectura emocionante pero también muy romántica y con punto tierno.

Tal vez el punto de partida de Taking the heat pueda recordar a alguna otra novela. A mí, sin ir más lejos, me hizo pensar en Espósame de Pamela Clare. Es cierto que existen algunas -pocas- similitudes, pero son novelas muy diferentes y aunque ambas autoras escriben suspense romántico, tienen rasgos que las hacen cada una únicas.

La historia de Gabrielle y Randall me ha fascinado y enamorado desde la primera página. Desde ese primer encuentro en la prisión de Florence, cuando Gabrielle irrumpe en mitad de la pelea en la que Randall está en inferioridad. Poco a poco, encuentro tras encuentro, la química existente entre ellos se ha ido haciendo más patente, casi traspasando el libro, y la barrera entre guardiana de prisiones y presidiario ha ido diluyéndose hasta ser simplemente Gabrielle y Tucker.

Tengo cierta debilidad por novelas de este estilo, donde uno o ambos de los protagonistas son prófugos o se encuentran a la fuga. Donde existen obstáculos que parecen insalvables, donde ambos se encuentran en bandos opuestos. Como sucede como Tucker y Gabrielle.
Me ha cautivado cómo la autora, con sencillez, con una historia impregnada de dulzura y coraje, va derribando las barreras que les separaba, a la vez que va desgranando los hechos que acontecieron cuando Andrea Tucker fue dada por muerta.

Puede que en algunos puntos -que no desvelaré para no descubrir nada- la historia pueda resultar poco creíble, al menos a algunas lectoras. Sinceramente me lo he planteado, o lo hice durante algunos breves momentos. Pero estaba tan absorta en la lectura, tan envuelta por la historia que contaba, por sus personajes, sus sentimientos y las dificultades a las que debían enfrentarse que, al final, no me ha parecido tan relevante.

Creo que Taking the heat es una novela romántica, dulce y con una buena trama de intriga de fondo. Sin demasiadas escenas de sexo, sin recrearse demasiado en ellas -al contrario- Brenda Novak crea una novela muy romántica y conmovedora.

Además, personajes como la pequeña Allie y Landon, los hijos de Gabrielle y Randall, rodean de más dulzura a esta historia, pues describe escenas tiernas y divertidas, también emotivas, protagonizadas por los dos niños.
No puede dejar de mencionar a David Hadley, el ex-marido de Gabrielle, que no es en ningún momento el antagonista de la historia. Al contrario, es un personaje que se hace querer, que despierta simpatías y se gana un pedacito de nuestro corazón.

Con sinceridad debe reconocer que Taking the heat no es una novela de grandes pasiones ni desgarradora, pero me ha parecido preciosa, romántica, dulce, conmovedora y, también, en ocasiones, me ha tenido con el corazón encogido.
Pese que es una de las primeras novelas que publicó Brenda Novak, de las que tal vez esperas no sean tan buenas como las últimas, confieso que me parecido de esas que te provocan mariposillas en el estómago. De esas que volveré a leer y releer.

Taking the heat es una novela donde, con ternura y sencillez, la autora aúna acción y romance y te cautiva con una bonita historia que te deja con una sonrisa.



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